¿Para qué es importante mantener una vida activa en la edad madura? Sucede, que con el pasar de los años, llegan ciertas manifestaciones unas dadas por el desgaste normal de la edad y otras agravadas por problemas de salud. Que van afectando la realización de actividades de la vida diaria. Todas ellas requieren cierta movilidad parcial o total de articulaciones, músculos o incluso del cuerpo entero. Lo cual se acentúa, cuando se ha llevado una vida sedentaria de forma prolongada. Esto si nos referimos únicamente a lo físico.
Mantenerte activo te brinda
- Actividad física
- Estimulación del pensamiento
- Socialización
Cuando se está en actividad o en movimiento, la percepción de las situaciones cotidianas son más ligeras. Me explico: se ven todo con lentes diferentes al mismo tiempo que se perciben oportunidades alrededor y se tiene mejor disposición e incluso la forma de comunicación se torna más amigable.
Beneficios del ejercicio en edad madura
- Mejora en tu autoestima
- Tu mente es más receptiva
- Hay mayor disfrute de las actividades realizadas
- Mejoran las relaciones interpersonales
¿Cómo identificar oportunamente los cambios que se van gestando y adelantar de forma proactiva tareas que ayuden a conservar y a mantener la funcionalidad de nuestro cuerpo en un contexto normal de envejecimiento?
¿Cómo identificar oportunamente los cambios que se van gestando y adelantar de forma proactiva tareas que ayuden a conservar y a mantener la funcionalidad de nuestro cuerpo en un contexto normal de envejecimiento?
Es normal que con el pasar de los años haya cambios, y esto sucede a todas las personas, lo que no es normal, es que la funcionalidad muy vinculada a la independencia se pierda. Si no existe ningún factor asociado a la presencia de una enfermedad. Es por ello que debes revisar cuáles son tus “rutinas“, estos hábitos que pueden estimular y conservar la funcionalidad integral y mantenerte más saludable y activo.
El identificar los cambios para actuar de forma proactiva, es muy fácil. Basta con observar detenidamente las tareas básicas que realizas diariamente, que tanta resistencia conservan las articulaciones, la coordinación de los movimientos… Un ejemplo de ello es el abotonar una camisa, anudar los zapatos, desplazarse por un lugar conservando un patrón de marcha estable o llevarse la cuchara a la boca al tomar los alimentos o incluso el sostener un paquete en el supermercado. Situaciones que te permitirán tomar acción individualmente o pedir apoyo si así lo requieres.
Hábitos simples pero sanos
Algunos hábitos pueden ser: realizar una caminata, subir y bajar escaleras, practicar algún deporte, leer un libro, o incluso desarrollar un hobbie. Hace que tu cuerpo se active e igualmente se estimule tu parte cognitiva.
Invita a la persona de tu confianza (nietos, hijos, amigos ) a revisar en conjunto tus rutinas y en ese ejercicio, encontrarás los primeros pasos para desarrollar un plan o rutina a tu medida que ayude a mantenerte activo y vital, basado en tus necesidades.
Lee con atención:
Cada persona tiene capacidades y condiciones físicas diferentes. Por ello te invitamos a que consultes a tu médico de confianza, antes de implementar rutinas NO Habituales, en pro de fortalecer tu salud.
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